miércoles, 21 de mayo de 2014

Hablamos de feedback

Quino

Una cosa es saber y otra saber enseñar.
Cicerón

Si bien la evaluación puede condicionar el proceso de aprendizaje, en la misma línea de una evaluación ética en función de las necesidades de aprendizajes de los alumnos, se encuentra el feedback. La retroalimentación o información de retorno es una pieza clave en el proceso de aprendizaje cuyo fin esencial es mejorar dicha labor y también una de las mejores estrategias para fortalecer la formación.

Hoy en día, existe una marcada diferencia  entre las tutorías metodológicas que seguían el  paradigma impuestos por Oxford y Cambridge y el feedback actual. Para empezar, habría que dejar en claro que retroalimentar no es proporcionar una serie de instrucciones correctivas,  sino más bien información relacionada con el contenido o comprensión de determinada experiencia. Es decir que para que el feedback sea efectivo debe estar dirigido a un contexto de aprendizaje con el fin de disminuir la brecha entre el conocimiento actual y el deseado.

La investigación realizada por Hattie y Timperley, señala que el impacto del feedback depende de factores relacionados  con el cómo y cuándo se da dicha retroalimentación, implicando tanto procesos afectivos como cognitivos. A su vez, señalan que suele resultar más efectivo cuando está orientado hacia las tareas que a nivel personal. Conceptualmente podría definirse al feedback como la información con la que un sujeto confirma o sobre escribe la información que ha obtenido, acerca de su proceso de aprendizaje y de si mismo. 
Sin embargo, hay que tener en cuenta que los efectos de feedback no siempre serán positivos.

Masschelein y Simons refieren: “La obsesión con los resultados de aprendizaje y con los logros en el aprendizaje podría considerarse como el equivalente educativo de todo esto. Así como el látigo de la eficiencia y la eficacia deriva en la instrumentalización (a fin de cumplir objetivos definidos), el látigo de la performatividad conduce al control. Lo ideal es una medición continua del rendimiento a fin de producir un feedback permanente. Todos y todo tiene que ser monitorizado y no se puede perder un segundo en la tarea de ajustar o afinar”. Para ambos autores, la retroalimentación no es más que otro aparato de monitorización que contribuye con el sistema de medición del rendimiento.  Sin embargo, hay que tener en cuenta que para evitar la perversión del sistema educativo, precisamente se aboga por una evaluación ética que en conjunto con sus contenidos e instrumentos, tenga en cuenta la complejidad del sistema y diversidad de los evaluandos.

El feedback por tanto no puede limitarse solo a los resultados. Su riqueza radica se debe al proceso de acompañamiento más que al producto.

Referencias Bibliográficas

Hattie, J. & Timperley, H. (2007) The power of feedback. Review of Educational Research 77, no. 1: 81–112.
Masschelein, J. & Simons, M. (2014) En defensa de la escuela. Buenos Aires: Miño & Dávila. Pág. 58.

Bonus

El Maestro - Eduardo Galeano. "Después, el maestro Óscar me dijo: Nos sentimos tan unidos, que me dan ganas de dejarlos a todos repetidores. Y una de las alumnas, que había venido a la capital desde un pueblo perdido en el campo, se quedó charlando conmigo. Me dijo que ella, antes, no hablaba ni una palabra, y riendo me explicó que el problema era que ahora no se podía callar. Y me dijo que quería al maestro, lo quería muuuucho, porque él le había enseñado a perder el miedo de equivocarse."


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